Concentus König. Coro & Ensemble
Dir. Jorge Suárez
Exequias Musicales: J. S.Bach, H. Schültz, J. Christoph Bach

Actividad opcional: Viaje a Aranjuez en el Tren de la Fresa (10h)

Domingo 10 Noviembre. 11h
Jardín de la Isla y Capilla de Palacio Real

Venta anticipada

Comprar entradas concierto

Precio entrada general: 25€
(más gastos de gestión)

Precios para estudiantes, jubilados, desempleados: 20€ (más gastos de gestión y deberán presentar la acreditación)

Se exigirá la acreditación en el acceso al recinto.

Taquilla disponible 1h antes de cada concierto en la entrada del recinto.

Comprar entrada tren + concierto

Si quieres viajar en el Tren de la Fresa a Aranjuez y disfrutar del paseo y el  concierto, puedes comprar los billetes y entradas aquí. Esta opción se vende únicamente a través de la web de Renfe e incluye la entrada al paseo y al concierto.

Precio Tren de la Fresa + paseo + concierto para adultos: 42€

Precio niños (de 1 a 1,40 metros de altura): 32 €. Los menores de un metro de altura viajan gratis si no ocupan asiento.

Se exigirá la acreditación en el acceso al recinto.

Heinrich Schütz
Selig sind die Toten
5’

Johann Christoph Bach
Herr, nun lässest du deinen Diener
5’

Johann Sebastian Bach
Jesu meine Freude BWV 227
20’

Johann Christoph Bach
Mit Weinen hebt sich’s an
5’

Heinrich Schütz
Musikalische Exequien
35’

Duración aproximada 70’

Ars moriendi

En la primera mitad del s. XV, cuando los horrores de la peste negra hacían estragos en Europa, se escribieron dos textos en latín con una serie de grabados asociados a ellos que contienen valiosos consejos para el “buen morir”. Vinculados a la religión cristiana y bajo el título de Ars moriendi se convirtieron en libros muy populares que fueron traducidos a una gran diversidad de idiomas occidentales. Antes del año 1500 circulaban ya más de 100 ediciones, particularmente en Alemania. Se instauró de esta manera una tradición literaria occidental de “guías para morir” que continuó en el Renacimiento y en el Barroco. Entre los protocolos y rituales recomendados destacan los siguientes: evitar las tentaciones en el lecho de muerte, no temer al final de la vida, consolarse con el amor de Cristo y utilizar las oraciones más adecuadas.

En lo que respecta al arte de los sonidos, música y muerte han estado unidos desde tiempos inmemoriales. Los primeros manuscritos en los que encontramos los cantos de la Missa pro defunctis gregoriana prácticamente sistematizados datan del s. X. Pero, curiosamente, el primer réquiem polifónico completo que conservamos fue compuesto por Johannes Ockeghem en 1461, en la misma época de los primeros Ars moriendi literarios. Ya en el s. XVII, una vez establecida la Reforma protestante, hay que considerar los réquiems católicos y los no católicos.

Entre estos últimos, las Musikalische Exequien (Exequias musicales), SWV 279-281 de Heinrich Schütz (1585-1672) constituyen la obra musical funeraria más ambiciosa e influyente del Barroco. No en vano, es muy probable que Johannes Brahms, gran admirador de Schütz, se fijara en ella para escribir Un réquiem alemán. Concentus König, bajo la dirección artística de Jorge Suárez, celebró la figura de Schütz en distintos proyectos durante el año 2022 en el 350 aniversario de su muerte, hasta el punto de que, apoyado por su primera grabación discográfica, el nombre del autor barroco alemán se ha convertido en seña de identidad de este exquisito grupo español.

Maestro de capilla en Dresde, Schütz fue uno de los primeros compositores germánicos que alcanzó prestigio en el continente europeo en el terreno de la música sacra. Para escribir sus Musikalische Exequien en 1635, y, siguiendo la costumbre reformista para la celebración del oficio de difuntos, puso en música los textos que el propio fallecido había escogido en vida para ser interpretados en su ceremonia fúnebre y también para adornar su propio sarcófago. Se trataba del príncipe y mecenas Heinrich Posthumus von Reuss, Señor de Gera, Lobenstein y Oberkranichfeld, devoto protestante que pudo orientarse para seleccionar los pasajes litúrgicos por el Manuale de Preparatione ad mortem (1593) de Martin Moller.

La trayectoria de Reuss quedaba ensalzada a través de una bellísima y consoladora partitura para voces y bajo continuo en la que encontramos madrigalismos con los que Schütz recrea musicalmente las palabras. La obra está dividida en tres secciones de muy desigual duración. La primera y más extensa, Concert in Form einer teutschen Begräbnis-Messe (Concierto en forma de misa fúnebre alemana), está escrita para coro de dos sopranos, alto, dos tenores y bajo que se alterna con distintas combinaciones de solistas para producir un diálogo entre textos bíblicos e himnos luteranos. La segunda parte, Herr, wenn ich nur dich habe (Señor, aunque sólo te tengo a ti), es un motete sobre el Salmo 73 para doble coro a ocho voces en el estilo policoral veneciano. Y la tercera, Herr, nun lässest du deinen Diener (Señor, ahora puedes dejar a tu siervo), nos propone una prodigiosa superposición musical y textual entre un coro terrenal que representa a los vivos y un coro más agudo de serafines, separado espacialmente del anterior, que nos sitúa en la esfera celestial a través del conocido pasaje bíblico Selig sind die Toten (Bienaventurados sean los muertos).

Sobre el fragmento de este último texto procedente del libro del Apocalipsis, Schütz también escribió el motete Selig sind die Toten, die in dem Herren sterben, SWV 391 (Bienaventurados sean los muertos, que mueren en el Señor), que publicó en su colección Geistliche Chor-Musik (Música coral sacra) de 1648 para uso de la Escuela de Santo Tomás de Leipzig. A través del ingenioso manejo polifónico de las voces, Schütz consigue transmitir la paz y el descanso propugnados en las palabras. Por su parte, Johann Christoph Bach (1642-1703), el músico más relevante de la familia Bach anterior a Johann Sebastian, quien era su primo segundo, escribió un motete sobre el cántico de Simeón o Nunc dimitis, también utilizado por Schütz en la última sección de sus exequias: Herr, nun lässest du deinen Diener (Señor, ahora puedes dejar a tu siervo). Con un lenguaje esencialmente homofónico, Johann Christoph refleja con ocho voces divididas en dos coros el tránsito pacífico y luminoso de la vida a la muerte. En 1691 escribió el aria a cuatro voces Mit Weinen hebt sich’s an (Comienza con llanto esta vida miserable) sobre un poema lúgubre en tres estrofas que describe las miserias de la infancia, la madurez y la vejez. El peculiar tratamiento rítmico propuesto por Johann Christoph evoca un desasosiego y anhelo continuos.

También escucharemos en el concierto el imponente Jesu meine Freude, BWV 227 (Jesús, mi alegría) de Johann Sebastian Bach (1685-1750), escrito junto a otros cinco motetes mortuorios para la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig. Datado en 1723, parece ser que se interpretó el 18 de julio de aquel año en el funeral de Johanna Maria Rappold, hija del rector de San Nicolás y esposa del administrador del correo de la ciudad alemana. Sobre estrofas del coral homónimo de Johann Franck de 1653, que se alternan con versículos de la Carta de San Pablo a los Romanos, Bach concibió un extenso motete para coro a cinco voces (con dos sopranos) en Mi menor. La música para los textos de Franck se basa en la célebre melodía de un coral de Johann Crüger publicado en su Praxis pietatis melica (Práctica de la piedad en la canción) de mediados del s. XVII. Se estructura en once secciones contrastantes en textura, estrategias contrapuntísticas y disposición vocal que despliegan una meditada simetría en su conjunto. La confianza del creyente en la custodia y protección divina para ser liberado del pecado, de la muerte y de los horrores del Juicio Final se plasma en su notable riqueza armónica y en el extraordinario dramatismo de la obra. De ahí que nos encontremos ante el motete más popular de Bach. En definitiva, arte musical al servicio del ars moriendi.

Eva Sandoval, musicóloga e informadora de Radio Clásica (RTVE)

Concentus König es una agrupación vocal e instrumental especializada en la interpretación del repertorio de los siglos XVII y la primera mitad del XVIII, especialmente español, alemán e italiano. Dirigido por Jorge Suárez, está conformado por un núcleo estable de cantantes y solistas a los que se unen un grupo instrumental que abarca desde un nutrido bajo continuo hasta ensembles más amplios. Fundado en 2017, Concentus König destaca por el especial tratamiento sonoro con que aborda sus interpretaciones, siempre desde un enfoque centrado en la fuerza dramática y retórica del texto.

La agrupación fue concebida como un conjunto de solistas, en el que cada voz independiente se aúna dentro de un mismo lienzo sonoro grupal. Nace con el deseo de acercar al público de nuestro país un repertorio siempre explorado por agrupaciones extranjeras pero rara vez abordado por conjuntos españoles. Así, obras de Schütz, Giovanni Gabrieli o Buxtehude se presentan de forma novedosa dentro de nuestro panorama, siempre tomando la excelencia musical como la raíz de todos sus proyectos.

En 2023 presenta su primer trabajo discográfico bajo el sello Ibs Classical, Musikalische Exequien, donde celebra la figura de Heinrich Schütz en el 350 aniversario de su muerte. Junto a obras de Johann Sebastian Bach, Michael Praetorius y Johann Christoph Bach, la grabación busca entablar un diálogo entre los distintos aspectos culturales, religiosos y musicales de las are moriendi de su tiempo. En 2021, lanza un sencillo con música de Dietrich Buxtehude, uno de los autores predilectos de la formación.

Concentus König ha sido invitado a varios festivales de España, destacando su participación inaugural en el Festival Internacional de Arte Sacro de Madrid en 2020.

Jorge Suárez nace en Madrid en 1991 e inicia su formación musical estudiando piano y más tarde dirección de orquesta, violín, canto y composición en el conservatorio superior de su ciudad natal. Invitado por el maestro Jorma Panula a estudiar en Finlandia bajo su tutela, prosigue sus estudios de dirección de orquesta trabajando regularmente con miembros de la Orquesta Filarmónica de Turku. Es graduado en Economía por la Universidad Carlos III de Madrid y finaliza en 2023 un Máster en Musicología Aplicada por la Universidad de La Rioja.

Comienza a colaborar en 2020 como asistente de dirección en la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid y en 2021 es designado su Director Asistente, institución con la que se ha mantenido vinculado hasta inicios del año 2023.

Durante la temporada 2021-2022 además también trabajó como asistente de Ana González junto al Coro de Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid (coro asociado al Teatro Real), destacando su participación en producciones como La Bohéme, el estreno de El abrecartas de Luis de Pablo o Juana de Arco en la hoguera, en una coproducción con la Ópera de Frankfurt. Ha dirigido a la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid en varias producciones para los Teatros del Canal, resaltando su reciente trabajo junto a la compañía de la coreógrafa Victoria Miranda en una producción para danza contemporánea de Les Indes Galantes de Jean-Philippe Rameau.

Destacan sus trabajos en el Triple Concierto op. 56 de Ludwig van Beethoven junto al Trío VibrArt, la Sinfonía nº 9 de Dimitri Shostakóvich o las Danzas Sinfónicas de West Side Story de Leonard Bernstein.

Ha colaborado en diversas ocasiones como director asistente de Juanjo Mena, de quien ha recibido apoyo y valiosos consejos durante sus primeros años de formación. Sus asistencias incluyen proyectos en torno a obras de Schubert, Britten y Ginastera con la BBC Philharmonic en los BBC Proms de Londres y con la Swedish Radio Symphony Orchestra (Debussy, De Falla, Ravel), la Orquesta Gulbenkian de Lisboa (Mozart y Bruckner), así como con la Orquesta Sinfónica y Coro de la Radiotelevisión Española (Daphnis et Chloé de Ravel) y la Orquesta y Coro Nacionales de España (Die Schöpfung de Haydn, Misa en Fa menor de Bruckner, War Requiem de Britten).

Johann Sebastian Bach (1685- 1750)
Nació en 1685 en la ciudad de Eisenach, Ducado de Sajonia (Turingia, Alemania) en el seno de una familia de destacados músicos y compositores. En el año 1703 ocupa el puesto de organista de la Iglesia de San Bonifacio. A partir de entonces su carrera es un constante asenso. En 1707 contrae matrimonio con María Bárbara Bach, fruto de este matrimonio nacen los ocho hijos de la pareja.

En 1708 se traslada a ocupar el puesto de «Organista de corte» a la ciudad de Weimar llegando al puesto de «Konzertmeister». Es durante este período cuando compuso el grueso de sus obras para órgano y ejerció como maestro de capilla y director de música de cámara en la corte del príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen, cargo de mayor jerarquía de la corte. Allí compone los famosos «Conciertos de Brandenburgo».

En 1723, se instaló en Leipzig, ciudad donde vivió hasta su muerte. La religión fue uno de sus temas preferidos. Compuso una pieza basada en cada uno de los evangelios de la Biblia, también composiciones para acompañar misas y otros temas de corte religioso.

A la muerte de su esposa Bárbara, contrae matrimonio con Anna Magdalena Wilcken, cantante e hija de un músico de la corte que le dio trece hijos, además de los siete que había tenido con su anterior esposa.

Johann Sebastian Bach padeció de una enfermedad del corazón que lo obligó a retirarse de la música falleciendo en Leipzig el 28 de julio de 1750, a los 65 años. Cinco de sus hijos se dedicaron a la música. Otros llegaron a convertirse en reconocidos compositores e intérpretes.